Ese día llegue a ti y querías verme como toda una perra… Llegué al aeropuerto temprano, media hora antes de que me recogieras, estaba nerviosa e indecisa, pero tome mi maleta y me dirigí al tocador, me cambie de ropa, falda negra y corta, blusa con generoso escote, zapatos altos, maquillaje discreto, como a ti te gusta. Solo faltaba una cosa más, abrí mi bolso, saque mi collar y cadena, observe la plaquita que portaba, Perra de A.. mire a mi alrededor y nadie estaba ahí, así que levante mi cabello y me puse mi collar. Sonó mi teléfono, un mensaje tuyo…

Estoy aquí perra, ven a mí ahora. Camine despacio con mi maleta, mi bolso y mi cadena, tratando de ocultarla con el cabello, pero como quiera no falto quien volteara a mirarme así que levante mi rostro y avance. A lo lejos vi tu auto y me encamine hacia él, no me miraste, solo me dijiste -sube perra que no tengo tu tiempo- sonreí y puse mis cosas atrás y me acomodé en el asiento delantero, arrancaste y al salir del estacionamiento, me  miraste y sonreíste, me levantaste la falda y me tocaste, luego solo sentí el golpe de tu mano en mi muslo y estiraste mi cadena y me dijiste – acaso no puedes hacer nada bien pendeja- quítate los pinches calzones o te bajas a la chingada. Rápidamente me moví para quitármelos, te los di y los oliste… no me dejabas levantar la cabeza, de pronto un alto en una esquina, me levantas, me muerdes los labios, me sacas las tetas y me dices – es así como las putas deben estar con su dueño-…

Llegamos al hotel, me ordenas que me arregle un poco y me haces entrar. Llegamos a la habitación y al abrir la puerta, tiras de mi cadena hacia abajo, me pongo en cuatro patas para poder entrar, cierras tras de ti yo permanezco en mi posición, me inspeccionas como tu mascota que soy, abres mis nalgas, picas mi culo, mi coño, siento tus dedos lastimándome y me hace mojarme mas… te paras luego frente a mí, me miras, estiras mi cadena de nuevo para moverme a tu antojo.. Se lo que quieres, te quito tus zapatos, lamo tus pies, tus dedos, la planta de tu pie, siento algo húmedo en mi rostro y al levantar mi mirada, veo tu verga dura, escurriendo precum, mi boca se hace agua y mi coño más, lo sabes verdad?, sonríes y acercas tu verga a mi rostro, mas no me dejas lamerla, la pasas por mi nariz, mis ojos, llenándome de tu liquido, saco mi lengua intentando lamerte, finalmente me tomas del cabello, abro mi boca, te miro suplicándote, te digo mi dueño por favor.. deja que tu perra adore tu verga metes en mi boca, siento ahogarme pero no quiero dejar de mamártela, tomas mi cabeza, me coges la boca, me la sacas y me escupes, la vuelves a meter, mamo ansiosa, desesperada, quiero mi regalo.. tu leche, de pronto me la quitas de la boca y siento tu leche bañando mi rostro, cayendo en el suelo frente a mí, golosa limpio mi rostro con mis dedos y los lamo, hasta que no queda más. Me dices – no te falta algo?-, pienso en tu verga y quiero alcanzarla, mas no me dejas, la guardas y me dices, – el suelo bien limpio puta-..

Me inclino a lamer tu leche regada por el piso..  de pronto te veo caminar hacia la puerta y desde ahí me dices – así te quiero encontrar cuando vuelva, en el piso, no tienes permiso de moverte, si tienes que mear meas, no se te ocurra desobedecerme cabrona- das un portazo y te vas…

Que será lo que me espera?… Continuará

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